sábado, 28 de julio de 2012

Cerrado por vacaciones. Buen Verano a todos

Llegó por fin el momento de hacer otras cosas: pasear por la playa, volar cometas, beber coronitas, fumar montecristos, tomar pescaito en las tabernas del puerto, hacer siesta......

buen verano a todos,



Mis veranos eran veranos de cine de verano al aire libre, sillas de madera y peliculas de chinos, en la todavia virginal e incorrumpta Marbella. Playa de la Venus, quemaduras solares, aftersun y picadura de medusas. Era la plaza de los Naranjos y el calor del atico de la Pensión Mena. Todavia Marbella no tenía calles asfaltadas y el cura del pueblo salia de farra con mi padre, a cambio tenemos alguno de sus oleos.

Mis veranos eran veranos frescos en el Oriente Asturiano, durmiendo con las vacas y oliendo a cucho en casa de mis tios. Subir al carro de hierba fresca recien cortada y alcanzar con las manos avellanas. Olas inmensas del cantabrico y buscar cangrejos en las rocas. Los primeros amores. Discoteca Casablanca y los Duncan Dhu.

Mis veranos eran veranos en la estepa castellano-manchega, bicicleta GAC y dar vueltas a las eras. Polvo, calor, chicharrina, cámara y estudiar las que te quedaban para septiembre. Borracho de Tarancón con chocolate y beber del botijo agua de Uclés. Pedirle mil veces a mi abuelo que me arreglase el tirachinas. La pandilla en el parque y las paellas y calderetas colectivas con los amigos de mis padres. Robar manzanas de la huerta del seminario, Uff... menuda tapia habia que superar cuando eramos descubiertos.

Mis veranos eran veranos de mochilero y autobús por Europa, durmiendo en los parques de Berlín y pasando la noche jugando al tute con los amigos en el ChekPoint Charlie, antes del que el Muro cayera y las dos Alemanias se unificaran. El Báltico y su ambar. San Petersburgo y El Ermitage infinito. Moscú, los atracones de caviar con mantequilla y vozka helado.

 

1 comentario:

José Temes dijo...

Más que jugar al tute, en la verdadera caseta del Chekponit Charlie se jugaba a las guerritas. Era un paso fronterizo del Berlín Occidental a la DDR situado cerca de la puerta de Brandenburg. Lo controlaban los aliados. Del otro lado había militares soviéticos y agentes de aduanas de la Volkspolizei o Policía Popular (¿) Alemana. Lo pasé muchas veces en los años sesenta. Entonces había allí una gran tensión, pues eran frecuentes las fugas de alemanes del Este. Aunque desapareció con la reunificación, la caseta que servía de sede a tan siniestra frontera se conserva en el Museo de los Aliados de Berlín, instalado en la amplia y arbórea Clayallee, una de las avenidas más importantes de la capital. Recomiendo la visita a ese centro a quienes se interesan por la historia de la ocupación aliada de Berlín durante los años 1945 a 1994 y por el llamado Puente Aéreo. Saludos y felices vacaciones.- JT