sábado, 26 de septiembre de 2009

Hipotecados desesperados



“Vendo mi piso por no poder pagarlo”, “regalo tres años de hipoteca”. Anuncios como éstos se han convertido en habituales en las páginas de los portales inmobiliarios de internet. Y es que muchos propietarios prefieren deshacerse a cualquier precio de sus casas antes que cederlas al banco.

Estela Gómez-Caro tiene dos hijos y un marido. También tiene una casa en Gavá (Barcelona), pero ya no puede pagarla y está angustiada. No sólo se enfrenta a la desesperación de no saber dónde va a ir a parar con su familia, sino que en su ruina va a arrastrar a su madre, que les avaló cuando compraron la vivienda.

Nos faltaban 37.000 euros de los 319.000 euros que costaba el piso para que nos dieran el préstamo y mi madre nos avaló por esa cantidad. Al menos eso era lo que pensábamos. Pero cuando fui a entregar las llaves de mi piso al banco para decirles que se lo quedaran porque llevo cinco meses sin poder pagar, me llevé la sorpresa de que me contestaron que no sólo se quedaban con el mío, también con el de mi madre, que ya lo ha acabado de pagar.

Si me llego a enterar bien, no firmo”.
Pero firmó y ahora se ve atrapada en una pesadilla ante la que lo ha intentado todo, negociar con el banco y pedir una suspensión de un año de su hipoteca (recurso que tienen otras entidades pero la suya no).

Estela ha gritado y llorado para que le den una solución. “Me dijeron que iban a llamar a la policía, pero no me importaría ir a la cárcel. Casi sería lo mejor porque tengo un seguro en mi hipoteca que si me meten en prisión me pagan la mitad del crédito”, explica. En su angustia incluso ha escrito a Zapatero: “Me contestaron que acudiera a los servicios sociales de mi ayuntamiento, pero allí tampoco me han arreglado mucho. Lo único que percibo es la beca de comedor. De los 113 euros al mes que pagaba por mi hijo mayor, ahora sólo pago 70”.

Las cuentas en casa de Estela no salen de ninguna manera. Comenzaron pagando una hipoteca de 800 euros que ahora ha subido a 1.500. Ella está en paro; la echaron justo cuando se quedó embarazada de su segundo hijo. Trabajaba en una empresa que fabricaba componentes para automóviles y con la caída de la demanda vinieron los recortes de personal. Pasó de tener un sueldo de más de 2.000 euros a cobrar el desempleo. Cuando se terminó, sólo le quedó una ayuda familiar de 400 euros. Su marido estaba fijo en otra empresa que trabajaba para una conocida firma de sanitarios. Pero ésta se vio afectada por la caída de la construcción y negoció con los empleados para que trabajaran sólo cuatro días a cambio de un salario de 1.000 euros. “A sus 33 años y con los gastos que tenemos, no podía quedarse allí”, dice Estela. La única buena noticia es que ella ha conseguido, “por enchufe”, un empleo en un supermercado. Trabaja nueve horas al día, nueve días seguidos y luego libra, por 900 euros. Con su nuevo contrato de trabajo acudió orgullosa a mostrarlo en el banco y a decir que está dispuesta a dar todo lo que pudiera, “pero me dijeron que mi expediente ya estaba en la central y que desde ahí llegaría la carta anunciando el embargo, que no se podía parar”, asegura.

Anuncios con reclamo

El piso de Estela hace más de medio año que está en venta. Puso un anuncio en internet con el siguiente texto: “Vendo mi piso por no poder pagar, tengo dos hijos y necesito venderlo urgentemente antes de que me lo quite el banco”. Ha habido gente interesada, pero el banco tampoco les ha concedido a ellos una hipoteca. Desde el buscador de anuncios clasificados Trovit, que recibe y muestra más de un millón y medio de casas, reconocen que este tipo de reclamos es algo muy reciente. “Antes las ofertas de este tipo eran muy raras, pero han ido aumentando en paralelo a la crisis financiera. En 2008, por ejemplo, ha aumentado un 40 por ciento el número de anuncios en los que aparece la palabra hipoteca”, aseguran.

Javier Ontiveros compró su chalé adosado hace cuatro años en El Álamo (municipio de 7.000 habitantes en el suroeste de Madrid) por 334.000 euros. Ahora se lo han tasado en 258.000, pero, con tal de deshacerse de él, está dispuesto a venderlo hasta por 240.000 euros. Una rebaja considerable para un adosado de dos plantas, buhardilla y garaje.

Según Óscar Martínez Solozábal, presidente de la Asociación de Expertos Inmobiliarios, “no es que la vivienda haya bajado sino que antes estaba sobrevalorada. Se han estado dando hipotecas de hasta el 110 por ciento del valor del piso a ‘mileuristas’, contando con que los pisos se revalorizaban año a año. Cuando el mercado ha caído, han comenzado los problemas, y en los últimos cuatro meses ha surgido mucha gente dispuesta a vender por menos de lo que les costó con tal de quitarse la hipoteca”.

El anuncio de Javier también es claro y directo: “Vendo porque no puedo pagar”. Es camionero y ahora está en paro, pero no ha solicitado ninguna prestación por desempleo. “Si cobro, no puedo ir haciendo las chapuzas que me salen”, explica. Comenzó pagando 355 euros por su crédito hipotecario y al final estaba pagando mil. Sin empleo fijo, no ha podido hacerse cargo de los gastos y se ha ido con su hija a casa de sus padres. Su vivienda de El Álamo está vacía, ha intentado sin éxito alquilarla e incluso ha pensado en ofrecer un acuerdo: poner una renta de 700 euros con derecho a compra. Pero nada.

Desde Murcia, Alicia Hernández describe una situación similar, tiene que vender a toda costa, pero desde que colgó el anuncio apenas ha recibido llamadas y cuando ha habido un posible comprador, el banco no ha concedido el préstamo. “Éste es el pan nuestro de cada día”, dice resignada. Ella compró sobre plano un piso para el día que las cuatro hijas de su marido –la mayor ya tiene 17 años– quieran independizarse. Pero la cosa está mal. Alicia, que tiene 27 años, sabe bien de qué habla, trabajaba en una inmobiliaria y conoce el sector, pero ni eso la salvó de esta situación. “Vi una buena oportunidad, el piso costaba 100.000 euros y he estado pagando cantidades a cuenta durante los tres últimos años. Ahora, a la entrega de llaves, que está prevista para el mes que viene, tengo que dar otros 72.000 euros que no tenemos y el banco no nos da ningún préstamo.

Y si no pago, pierdo todo lo que he entregado”.
Su marido está jubilado con 35 años por enfermedad y ella sigue sin encontrar trabajo. No ven ninguna salida, han intentado vender el piso de su madre y la casa en la que viven, “pero son inmuebles grandes y la gente no los puede pagar”. Por su vivienda habitual paga 600 euros al mes; la cuota no le ha subido en estos últimos meses porque negoció un interés fijo. Gracias a eso pueden ir tirando. “No me suben los intereses, me aumenta el tiempo que me queda por pagar. Antes eran 14 años, ahora son 20”, explica Alicia, que, paradójicamente, dejó de trabajar en una inmobiliaria porque no estaba de acuerdo con algunas de las prácticas del sector: “No me gustaba el abuso que se hacía, iba en contra de mi ética”.

Regalo mi hipoteca por no poder pagar, llevo más de tres años pagados”. Con este reclamo, David Blanco, camarero en paro de Fuerteventura, intenta salir del atolladero. Hace tres años y medio se compró lo que él creía un chollo y el tiempo le ha metido de lleno en una pesadilla. Hace dos meses que no puede hacer frente a los pagos mensuales. La hipoteca era en un principio de 600 euros, pero ahora paga 1.030. “Vivo en la casa hasta que me embarguen. No hay más solución que vender, aunque pierda los más de 50.000 euros que calculo que ya he pagado y otros 10.000 en muebles, que también los dejo. Sé que pierdo; pero si se lo queda el banco, me quedo sin nada. Yo, con 25 años, lo que quiero es vivir tranquilo, y no puedo si sé que le debo dinero a alguien. Ahora, si alguna noche consigo dormir, ya voy bien”. Desde que puso el anuncio, hace más de tres meses, no ha recibido ni una llamada interesándose en el piso, un bajo de dos habitaciones, con baño, salón, cocina, terraza y 265 metros cuadrados de jardín en la zona turística de Corralejo, al norte de la isla. Cuando se quede en la calle, lo tiene claro, se irá a vivir de alquiler: “No creo que vuelva a comprar una casa en la vida”, asegura.

La que se avecina, vecina

El problema de Mario Sansegundo es un piso en Torrevieja. De momento puede ir haciendo frente a las cuotas mensuales. “Puse lo de «no puedo pagar» por si lo vendía antes”. Así lo cuenta este joven, que se apunta a eso de “si las barbas de tu vecino ves pelar, pon las tuyas a remojar”. Sabe bien que si en unos meses se va la inquilina a la que ahora tiene alquilado el piso por 400 euros y sigue sin aparecer comprador, se hará cierto el reclamo que encabeza el anuncio que tiene colgado en numerosos portales de compraventa y, de verdad, no podrá pagar.



Ahora vive en Móstoles (Madrid), en casa de su suegro, con su mujer y sus tres hijos. Ha vuelto a su tierra después de haber intentado empezar de nuevo en Torrevieja. “Aquí las cosas estaban mal, era imposible comprarse un piso, así que pedí el traslado a la costa; trabajaba en un bingo como camarero. Pero cuando llegué allí, no me dieron trabajo en la misma Torrevieja, sino en Murcia, a más de 100 kilómetros. Fue una faena. Además, no nos gustó la zona y acabamos volviendo”.
También él negoció una renta fija, de 550 euros. Ahora son 630 euros y por eso, de momento, puede pagar. En el año y medio que el piso lleva a la venta, sólo ha recibido una oferta de 120.000 euros que no aceptó. “Lo vendo por lo que me costó, pero no por menos. Puedo perder un poco, pero necesito el dinero para independizarme”. Las agencias inmobiliarias que acuden a visitarlo le advierten de que será mejor que espere unos dos años para venderlo, pero para Mario y su familia, como para tantos otros, el tiempo corre en contra y sus deudas cada vez son mayores.

Fuente: Interviu





Además ahora esta el tema de los flag, swap e intercambios (derivado financiero), que permiten que intercambien tipos de interes variable a fijo. Pues estos derivados vienen referenciados a barriles brend de crudo, divisas..... Si los tipos de interés bajan el que suscribe la hipoteca paga. Si los tipos de interés suben el banco lo cubre. Ruleta rusa.

Así que la cosa esta muy dura, hay casi seís millones de familias hipotecadas, si los tipos de interés suben la banca se va a convertir en la mayor inmobiliaria de España (si no lo es ya), y muchas personas se van a ir a vivir "debajo de un puente".

Las familias españolas deben en conjunto:

(Agarrate a la silla):

632.594 millones de euros por la compra de pisos, según el Banco de España




Pero, ¿todo esto porqué a pasado?

En primer lugar hay que buscar en lo mas profundo de la condición humana. La eterna riqueza es un sentimiento que mueve al ser humano. Ahora la banca te la ofrece (es una eterna riqueza instantánea) pero a cambio de comprar tu alma y tu rendimiento (y el de tu pareja o quizás la de tus hijos) como trabajador por 30, 40 ó 50 años. Bueno ahora no, que no dan creditos pues la inyeccion de dinero que el Estado (o sea tu y yo entre otros) hemos puesto para que no se vayan a pique, y con ellos el orden social, hace que miren con lupa al que entra a pedir un credito.





De forma que muchas familias pues no se han cortado, no han seguido el espíritu que informa nuestro código civil, del criterio del buen padre de familia, han optado por vivir por encima de sus posibilidades, ¿y esto cuando se da?, sencillamente cuando tus ingresos te indican que es razonable pedir y comprar una casa con un esfuerzo de 15 años, y pides una hipoteca para comprar un bien a 30 o mas años, además pides un extra para amueblarlo full equipe, para irte de vacaciones a la Patagonia y para comprate un BMW 320D. ¡¡Casi na!!, ¡¡Que se mueran los pobres!!, que ya me meteran en la cárcel si no pago, como dan de comer. Y por c__o si te duermes.

En segundo lugar porque en un país como España donde la economía esta sustentada en la construcción/turismo como motor, cuando falla el crédito por inestabilidad en el sistema financiero (Madoff and Company) el sistema se colapsa.

En tercer lugar la banca comercial compite de manera feroz por cuota de mercado y están vendiendo y poniendo objetivos comerciales a las oficinas altos, y claro entras a por una hipoteca y sales (si no eres un poco espabilado) alicatado hasta el techo:

-Hipoteca a 30, 40, ó 50 años, si pides 300.000 euros vas a pagar 600.000 si el euribor no sube mas allá del 5%, si sube puedes llegar a pagar tres casas.
-Nominas domiciliadas
-Recibos de suministros
-Dos o tres tarjetas (dos de crédito y una de débito)
-Seguro de vida y de vivienda
-Aval si no cubre la tasación el 100% de lo prestado. Aquí si no pagas le quitan el piso a tu padre.



Para muestra un botón:

http://ciudadbarcelona.olx.es/vendo-mi-piso-por-no-poder-pagar-tengo-2-hijos-y-necesito-venderlo-urgentemente-antes-de-que-me-lo-quite-el-banco-en-bar-iid-14282900

- Hipoteca de 300.000, supongamos al 5% TAE de media en toda la vida del crédito.

a 30 años: cuota de 1611€/mes. Al final se pagan 579.960€
a 40 años: cuota de 1447€/mes. Al final se pagan 694.560€
a 50 años: cuota de 1362€/mes. Al final se pagan 817.200€

LA QUE SE AVECINA COMO PIERDAS EL TRABAJO, TU O TU PAREJA, O COMO SUBAN LOS TIPOS DE INTERÉS, TIEMPOS DUROS. NOS HAN METIDO LA IDEA EN LA CABEZA DE QUE TODOS PODÍAN SER RICOS.


Y VA A SER QUE NO.



MALOS TIEMPOS PARA LA SOLIDARIDAD, LA AMISTAD, EL AMOR, EL RESPETO AL PROJIMO, EL RESPETO A LOS MAYORES, AL PROFESOR, AL JUEGO LIMPIO.......

TIEMPOS DONDE EL SALVESE EL QUE PUEDA, YO EL PRIMERO, LA ENVIDIA Y LA COMPETITIVIDAD FEROZ VAN A ESTAR PRESENTES POR MUCHO TIEMPO.


¡¡ COMO HAS CAMBIADO ESPAÑA!!. :-(((


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